La oleada de denuncias por comportamiento inapropiado de índole sexual llegó este martes al venerable legislador demócrata estadounidense John Conyers, de 88 años y diputado desde 1965, a quien se acusa de asediar a sus colaboradoras.
De acuerdo con la denuncia publicada por la revista electrónica Buzzfeed, en 2015 Conyers hizo que se pagara 27.000 dólares provenientes de fondos públicos a una exasesora parlamentaria que lo acusaba de haberla despedido porque se resistía a sus avances sexuales.
Según la acusación, el acuerdo incluyó una cláusula de confidencialidad, y por ello se desconoce el nombre de la colaboradora.
En una nota oficial, Conyers negó enfáticamente haber incurrido en ese tipo de actitud, y aseguró que si el Congreso decide iniciar una investigación específica pretende colaborar plenamente para aclarar lo ocurrido.
"He negado de forma expresa y vehemente los alegatos presentados contra mí, y lo sigo haciendo", afirmó el legislador en una nota oficial.
Buzzfeed dijo que posee declaraciones juradas de exasesoras de Conyers, fechadas en 2014, donde esas mujeres relatan el acoso sexual que sufrieron al estar próximas al legislador, y que incluía manoseos no consentidos.
Más antiguo legislador en el Congreso, Conyers es visto como un héroe de la lucha por los derechos civiles de los negros estadounidenses y es actualmente el diputado demócrata de cargo más elevado en la Comisión de Asuntos Jurídicos de esa cámara.
Las denuncias contra Conyers surgen en un momento en que Estados Unidos es literalmente barrido por un vendaval de acusaciones de asedio sexual.
Hasta legisladoras denunciaron haber sido víctimas de esa actitud de parte de colegas hombres.
El jueves, un grupo de legisladoras afirmó en una conferencia de prensa que por lo menos dos de sus colegas en el Congreso, que no identificaron, habían cometido acoso sexual.
El lunes, la legisladora Demócrata Diana DeGette, de 60 años, acusó a un exalcalde de San Diego, Bob Filner, por un ataque sexual en un ascensor en 2013.
Filner ya se había tornado famoso con el apodo de "el Sucio Bob", puesto por una docena de mujeres que también denunciaron acoso de su parte.
La semana pasada, el escándalo afectó al senador demócrata y exhumorista Al Franken, acusado de manosear a una presentadora de TV.